Por Efrén Urrutia
Puerto Vallarta, Jal.- En el marco de la VIII Foro Científico de Pesca Ribereña que se realiza en esta ciudad portuaria, un grupo de especialistas presentó una exposición sobre la captura del pez vela en la práctica de la pesca deportiva en Puerto Vallarta, quienes concluyeron que el peso de este animal acuático ha disminuido en los últimos 20 años, al pasar de 40 a poco menos de 30 kilogramos por animal, lo que refleja un índice negativo a raíz de la práctica de esta actividad turística.
Durante el análisis presentado en este Foro Científico por Mauricio Salas Maldonado, una de las conclusiones apunta a que los pesos promedios muestran una tendencia con pendiente negativa que se aprecia al disminuir en los últimos años, reflejando capturas de ejemplares posiblemente de menor edad, además de que los pesos máximos muestran una pendiente negativa, ya que se refleja una disminución de ejemplares adultos o viejos del pez vela en aguas de esta bahía.
Si bien la pesca deportiva es uno de los principales factores que ha propiciado esta circunstancia, la realidad es que no es el único responsable que han llevado a tener peces más pequeños y de menor peso en las aguas de esta bahía, reconoció la bióloga especialista en pesquería la profesora Mirna Bravo Olivar, quien dijo que los bruscos cambios de temperatura en el agua es otro de los responsables.
“Aunque no lo podemos afirmar, la pesca deportiva podría ser uno de los factores que impacta negativamente en la fauna marina de esta especie en términos de abundancia”, puntualizó la profesora del Instituto Tecnológico de Bahía de Banderas, quien pugnó por que sea respetada la norma que impone la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en materia de pesca deportiva, como lo es la NOM-017-PESC-1994.
Sostuvo que la talla y la abundancia del pez vela ha sido dos de los indicadores severamente perjudicados, ya que otra actividad responsable de esta problemática es atribuida a la clandestinidad de los pescadores ribereños, quienes en muchas ocasiones capturan esta y otras especies como el marlín y el dorado, con el fin de ofrecerlos a la venta en pescaderías y marisquerías, lo que agrava la situación.
Ante esta problemática, la bióloga Bravo Olivar pugnó para que sean los especialistas y científicos quienes supervisen de manera minuciosa la pesca deportiva, ya que históricamente han sido soslayados por quienes organizan torneos de pesca, no solo en Puerto Vallarta, sino también en Bahía de Banderas, Nayarit, y otras partes del país.
“Concluyo que es importante tener participación como científicos en la pesca deportiva, ya que muchas veces la información que se genera en estas actividades son de gran utilidad para hacer análisis que permitan tener un buen aprovechamiento de la pesca deportiva, además de que serviría para que las normas sean respetadas con el único afán de no impactar negativamente al ecosistema marino”, añadió.
