Ciudad de México (Excélsior).- Una práctica antigua, pero que en los últimos años se ha puesto de moda en Pakistán e India, permite a los adictos experimentar “un viaje” de casi 10 horas con un costo a la salud más alto que el generado por cualquier otra droga.
Fumar escorpión es la forma que algunos utilizan para escapar de la realidad, ya que su poder psicótico es más potente al del hachís, heroína o mariguana.
«Todo parece un baile que te llama. Las carreteras, los vehículos, todo es delirante», explica Sohbat Khan, de 74 años de edad, al diario Dawn. El hombre comenzó a fumar escorpión desde los años 60, y decidió, por su edad, dejarlo.
Sólo basta dejar secar a un escorpión muerto bajo el sol, o bien asarlo vivo al carbón, en una estufa tradicional, hasta que muera quemado, para obtener el alucinógeno.
«Me gustaba inhalar el humo que sale de la chimenea», asegura Sohbat en la entrevista al periódico paquistaní, aunque la parte más codiciada es la cola que contiene el veneno adictivo.
En la India le llaman “el aguijón del placer” y por él hay quienes pagan desde 100 hasta 150 rupias para pulverizar la cola y fumarla en un cigarrillo, pipa o hookah.
PELIGROSO PARA EL CEREBRO
Los expertos señalan que inhalar el veneno del escorpión es mucho más dañino que el consumo de otras drogas.
Jamal Azaz, doctor del Khyber Teaching Hospital señala que los adictos a fumar escorpión viven en un estado constante de ilusión, además de desarrollar trastornos del sueño y del apetito.
«Fumar escorpión causa pérdida de la memoria a corto y largo plazo… Provoca alucinaciones, las personas tienen la percepción de algo que no está presente”, advierte.
