Estados Unidos.- Un joven eligió un mal momento para grabar un video y sacarse una selfie. El hecho ocurrió cuando el chico quiso tomar unas imágenes de la competición de enduro cuando apareció un motociclista a sus espaldas.
La primera moto que saltó no le hizo nada pero la segunda se lo lleva por delante y hace que la cámara se ponga en negro y se escuche los motores de las motocicletas.
Este joven no tuvo mejor idea que interponerse en el camino que recorría la competencia de enduro y terminó en el suelo porque una de las motos lo atropelló.