Por Efrén Urrutia
Puerto Vallarta, Jal.- Como cada fin de año, el corazón de Puerto Vallarta se conviertió en el centro de atracción de fieles católicos de esta ciudad y de otros municipios de la región, con las emblemáticas y tradicionales Peregrinaciones Guadalupanas que se realizaron del 1ro al 12 de diciembre sobre la calle Juárez, donde miles de hombres, niños y mujeres recorrieron varias cuadras hasta llegar a la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.
Esta colorida actividad fue una muestra de fe que convocó este 2016 a más de 350 empresas, organizaciones y familias enteras, con el objetivo de “dar gracias” por los favores recibidos durante todo el año, donde carros alegóricos, cantos, bailes y trajes de manta adornaron el centro de la ciudad durante estos 12 días, convirtiendo al corazón de Puerto Vallarta en una verdadera vitrina de color, folclor y ambiente familiar.
Fue común ver como turistas se mostraban impresionados por este “carnaval guadalupano” debido a la particularidad del mismo, ya que todas las tardes y noches de este periodo de tiempo, la gente se reunió en las esquinas de las calles Juárez y 31 de Octubre, desde donde empieza este emblemático recorrido que aglutinó a más de 150 mil peregrinos de todas las edades y condiciones socio-económicas.
Algo tradicional de las Peregrinaciones Guadalupanas fue caminar con una veladora encendida en las manos hasta llegar a la Parroquia, donde los fieles otorgaron esa “luz” a la máxima imagen del catolicismo en México, además de adornos florales e incluso despensa y alimentos para los más necesitados.
De igual forma, la plaza de armas y las calles contiguas a la calle Juárez se atiborraron de vendedores de antojitos mexicanos como aguas frescas, tamales, atole, pozole, enchiladas, pan casero, tacos al pastor, dulces típicos, entre otros muchos productos que ayudaron a recuperar las calorías perdidas durante la caminata.
Además, con estas vendimias se activó la economía interna del puerto debido a que fueron decenas las familias quienes obtuvieron permisos municipales para ofertar sus productos, lo que se convirtió en un verdadero círculo virtuoso para Puerto Vallarta, un destino turístico de tradición, fervor y mucha pasión religiosa.
Ya encontrados en los primeros segundos del 12 de diciembre, las Peregrinaciones Guadalupanas concluyeron con las tradicionales mañanitas dedicas a la Virgen de Guadalupe, “la reina de México y emperatriz de América”.
