Puerto Vallarta, Jal.-Con once mil 592 kilómetros de litoral y un millón y medio de hectáreas de lagunas costeras, México es una nación rica en recursos naturales y se encuentra entre los cinco países con mayor biodiversidad en el planeta, sólo por detrás de Australia e Indonesia.
Los humedales, cuerpos de agua naturales o artificiales, son ecosistemas de suma importancia para la vida en el planeta, pues entre sus principales funciones destacan: fijar los contaminantes en la superficie del suelo y la materia orgánica, así como utilizar y transformar los elementos por medio de microorganismos.
Así lo dio a conocer el profesor investigador del Centro Universitario de la Costa (CUCosta) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), doctor Juan Luis Cifuentes Lemus, quien dictó la conferencia “Humedales de México”, como parte del ciclo 2018 del programa de divulgación científica para niños y jóvenes “Sábados en la Ciencia” de esta Casa de Estudio.
“Los humedales, al tener el agua, ayudan a que se produzca vida. Al haber vida, pues va a haber vegetales, animales y la especie humana va a tener las posibilidades de obtener alimento y de obtener una serie de bienestares”, explicó Cifuentes Lemus, quien es considerado uno de los principales impulsores de la enseñanza de la Biología en México.
En Puerto Vallarta y la bahía de Banderas existen humedales costeros de agua salubre como el estero El Salado, El Quelele y Boca de Tomates; todos ellos, lugares de producción de materia orgánica, aunque en constante asedio principalmente por la acción del hombre y la expansión urbana.
Desaparecer la carpeta verde y los mantos acuíferos para edificar construcciones terminará por impactar la vida de las personas, advirtió Cifuentes Lemus ante un auditorio integrado, en su mayoría, por niños y adolescentes.
“El agua es nuestra amiga, (pero) cuando quitas toda la carpeta verde, cuando rapas el cerro y luego pones cemento, pues el agua no va a formar manto acuífero. Va a bajar rápidamente, va a inundar, va a causar estragos y va a matar gente”.
Citó Cifuentes al estero de La Tovara, en Nayarit, como un ejemplo del equilibro entre conservación y aprovechamiento turístico. “Los lugareños cuidan todo el estero de La Tovara, ellos viven del turismo. Cuando vas en la lancha, te van vigilando para que no cortes ni una hoja de manglar y que no tires latas de refresco ni nada. Entonces se ha ido haciendo una conciencia entre la población del cuidado de estos humedales”.
Los niños y la ciencia
El programa de conferencias de divulgación científica “Sábados en la ciencia” fue creado hace 35 años por la Academia Mexicana de la Ciencia, con el objetivo fundamental de despertar el interés de infantes y adolescentes por la ciencia.
Para el 11 veces Doctor Honoris Causa, los docentes están obligados a incentivar el interés de las nuevas generaciones por la ciencia, “porque lo que se conoce, se quiere y lo que se quiere se cuida”.
“Si tú me pides que te defina un científico: ‘es un niño antes de llegar a las manos de los papas y los maestros’. ¿Por qué? Pues porque el niño siempre está preguntando por qué. Eso es lo importante de estas conferencias: despertar el interés a los niños por el pensamiento científico”, concluyó.
La siguiente conferencia dentro del programa “Sábados en la ciencia” está programada el próximo 21 de abril a las 10:00 horas en el auditorio “Juan Luis Cifuentes Lemus” del CUCosta.
