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Madres buscadoras pidieron tregua al Cártel del Golfo para poder entrar a un predio en Tamaulipas

Tamaulipas. (Infobae).- Con el objetivo de localizar los restos de sus familiares desaparecidos y así descansar ante la incertidumbre, la unión de “Colectivos Madres Buscadoras de Tamaulipas” solicitó este viernes una tregua al líder del grupo criminal Los Ciclones, perteneciente al Cártel Del Golfo (CDG), para poder entrar al campo de exterminio del ejido La Bartolina, ubicado en la ciudad de Matamoros.

A través de un mensaje publicado en la cuenta de Twitter de Delia Quiroga, líder desplazada de la agrupación “Nosotras” y que en 2014 perdió a su hermano Roberto por la violencia generada del narcotráfico, señaló que no buscan culpables, solo a sus familiares y que apelan a la compasión y buen corazón del grupo criminal.

“Hemos decidido, ante la falta de debida diligencias y respuesta de todas las autoridades responsables de buscar, localizar e identificar a nuestros familiares, pedir esta tregua con ustedes, en la que respeten nuestra vida y libre tránsito, dándonos acceso libre al lugar en donde probablemente pueda encontrarse alguno o algunos de nuestros familiares”
“Apelamos a su compasión y buen corazón como seres humanos que somos y nos permitan ir al predio de la Bartolina, en su ciudad, a exigir a las mencionadas autoridades de los tres ámbitos de gobierno que realice todas las diligencias necesarias para empezar a exhumar a la brevedad los restos que ahí se encuentran”, dice el comunicado a nombre de 200 personas.

Además, se menciona que en caso de que el grupo criminal no acepte lo hagan saber a través de las llamadas “narcomantas” o alguna otra manera como ellos lo hacen.

A su vez, para identificarse el colectivo propuso utilizar un listón blanco en su brazo en señal de que buscan a su familiar.

Sin embargo, la asociación “Madres Unidas por Nuestros Hijos”, responsable de haber encontrado la narcofosa, se deslindó del pronunciamiento y denunciaron que esa solicitud pone en riesgo la vida de sus líderes e integrantes del grupo que andan buscando en la zona.

“Nosotras encontramos el centro de exterminio y nos pone en peligro. Ya hace dos semanas recibimos amenazas con llamadas telefónicas […] Si algo nos pasa, sobre ella caerá la responsabilidad”, dijo una de sus líderes que solicitó anonimato.

Además, desecharon la versión de que no hay apoyo de las autoridades al argumentar que tanto personal de la Fiscalía del Estado como de la República han estado recabando evidencias en el sitio.

Incluso, revelaron que se encuentran sobre otra búsqueda en el ejido El Moquetito que también se ubica en Matamoros y en donde encontraron indicios de otras narcofosas.

La Bartolina es un predio rural que se ubica a 25 kilómetros al sur de Matamoros, bastión del CDG y quien recientemente puso en nueve ciudades de Tamaulipas una narcomanta en la cual daba a conocer una tregua de paz entre los grupos que lo conforman.

En 2016, el colectivo “Madres Unidas por Nuestros Hijos” logró sacar más de 500 kilos de huesos humanos e indicios de que en ese lugar ejecutaron y enterraron a personas.

Origen del CDG
El Cártel del Golfo es uno de las organizaciones del narcotráfico más antiguas de México y fue fundado en los década de los ochenta por Juan García Ábrego, quien fue detenido en México y extraditado a Estados Unidos en 1996. Al frente del cártel quedó Osiel Cárdenas, quien fue arrestado en marzo de 2003 y también extraditado a Estados Unidos en 2007.

En los últimos años, los líderes del cártel se aliaron con un grupo de ex militares desertores que se convirtieron en el brazo armado de la organización bajo el nombre de “Los Zetas.” Pero en 2010 sobrevino la ruptura y los exmilitares formaron su propia agrupación criminal y extendieron su presencia a todos los estados del Golfo de México y más tarde al centro y sur del país.

Desde entonces la región quedó dividida: el Cártel del Golfo conservó las ciudades de Reynosa, Matamoros, Ciudad Victoria y el puerto de Altamira. Los Zetas operaron en la zona costera de San Fernando, Nuevo Laredo. El inicio de la invasión de plazas en Tamaulipas, desató una serie de bloqueos, asesinatos y secuestros.

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